19 de janeiro de 2014

Las múltiples desigualdades en Latinoamérica

Por:  17 de enero de 2014, El País

En 2013, el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de la Universidad de La Plata (Argentina) publicó un libro de tres autores, los economistas Leonardo Gasparini, Martín Cicowiez y Walter Sosa Escudero, que se titula Pobreza y desigualdad en América Latina y que pone blanco sobre negro sobre estas cuestiones tan apremiantes para millones de latinoamericanos. Mientras aquí y allá escribimos de asuntos de economía que los ignoran, temas de política, sociedad, cultura o deportes, mientras aquí o allá relatamos historias que los involucran, que denuncian su marginación o en las que se escuchan sus voces, las víctimas de la inequidad, las personas en situación de pobreza o de indigencia persisten en las penurias. Detrás de cada número que expondremos aquí hay vidas, muertes, sueños y frustraciones.

Para empezar, ¿cuáles son los países más equitativos y los más desiguales en términos de ingresos en Latinoamérica? Sabemos que la región es la más injusta del mundo, no la más pobre, y que en la década pasada logró revertir un poco algo del flagelo de la injusticia distributiva. A los datos latinoamericanos recopilados por el libro del CEDLAS, añadimos, a modo comparativo, el nivel de desigualdad de los cuatro países que acompañan a Brasil en el grupo de potencias emergentes BRICS, es decir, Rusia, India, China y Sudáfrica, según los últimos indicadores que constan en la base de datos del Banco Mundial.
País
Desigualdad Coeficiente de Gini
Sudáfrica
63,1
Bolivia
57,2
Colombia
56,1
Honduras
55,3
Brasil
53,7
Guatemala
53,6
Nicaragua
52,3
Panamá
52,1
Chile
51,9
Dominicana
50,8
Paraguay
50,7
México
50,5
Ecuador
48,9
Costa Rica
48,7
El Salvador
48,4
Perú
46,9
Venezuela
45,5
Argentina
45,1
Uruguay
44,4
China
42,1
Rusia
40,1
India
33,9
Brasil ya no es más el campeón de la desigualdad latinoamericana sino que es superado por Bolivia, Colombia y Honduras. Lo de Brasil no sorprende por las políticas de los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), que desde 2003 creó la ayuda Bolsa Familia para garantizar un ingreso mínimo a los pobres, impulsó la creación de empleo y la subida del salario mínimo. En el caso de Bolivia sorprende porque el Gobierno de Evo Morales ha adoptado ayudas sociales y generalizaciones de las pensiones. Claro que la desigualdad de ingresos es una variable que puede llevar muchos años para revertir. Las mejoras no son de un día ni un gobierno para el otro. Mientras tanto, Uruguay, Argentina y Venezuela son los países más igualitarios en este aspecto. Ya lo eran desde hace tiempos, pero los últimos gobiernos de diversos colores de izquierda han adoptado políticas que marchan hacia el mismo objetivo que las mencionadas en el caso de Brasil,aunque en Venezuela el desempleo aún sigue siendo medianamente alto para los relativamente bajos niveles latinoamericanos.
Desigual
El coeficiente de Gini suele usarse para medir la desigualdad de ingresos, pero bien dicen Gasparini, Cicowiez y Sosa Escudero que el dinero recibido no es la única medida de la pobreza. Por eso también aplican el Gini a la desigualdad educativa para ver en qué medida hay diferencias en la cantidad de años de educación que reciben los ciudadanos de un país. Veamos los resultados:
País
Desigualdad Gini por años de educación
Guatemala
0,56
Nicaragua
0,47
Honduras
0,42
El Salvador
0,41
Bolivia
0,39
Colombia
0,35
Brasil
0,34
Dominicana
0,34
Perú
0,33
Ecuador
0,32
México
0,32
Paraguay
0,31
Costa Rica
0,28
Venezuela
0,28
Panamá
0,27
Uruguay
0,23
Argentina
0,2
Chile
0,19
En el caso de la desigualdad educativa, los países peor situados son también algunos de los de mayores índices de pobreza en la región: Guatemala, Nicaragua y Honduras. Y los de más igualdad educativa son los del grupo de mayor renta per cápita: Chile, pese a las protestas estudiantiles por una educación universitaria gratuita, Argentina y Uruguay.
El libro también aporta algunos datos de desigualdad en materia de salud. ¿Qué ocurre si se compara la tasa de mortalidad infantil (niños menores de cinco años que mueren cada mil nacidos vivos) del 20% más pobre de la sociedad con la del 20% más rico? ¿Cuántas veces es más alto el indicador entre una y otra clase social?
País
Desigualdad en mortalidad infantil
Perú
4,97
Bolivia
4,57
Dominicana
3,37
Brasil
2,96
Paraguay
2,84
Guatemala
2,36
Nicaragua
2,31
Colombia
2,2

La inequidad también se puede medir por el acceso a bienes durables, como la nevera (heladera). Los autores del libro disponen en este caso de datos de pocos países para advertir en qué proporción el 20% más rico de la sociedad tiene acceso a la nevera frente al 20% más pobre.
País
Acceso a la nevera (% del sector social)
 
20% rico
20% pobre
Brecha entre sectores
Perú
73,6
7,8
9,43
Bolivia
64,7
10,3
6,28
Dominicana
85,9
46,4
1,85
Brasil
98,7
74,4
1,32
Costa Rica
97,9
84,4
1,15
País
Acceso al ordenador (% del sector social)
 
20% rico
20% pobre
Brecha entre sectores
Perú
43,8
0,7
62,5
El Salvador
26,8
0,6
44,6
Paraguay
30,6
1,6
19,1
Dominicana
32,7
2,2
14,8
Honduras
25,3
1,8
14
Ecuador
52,5
4,5
11,6
México
52,5
5
10,5
Brasil
60,5
5,8
10,4
Costa Rica
68,4
8,8
7,7
Uruguay
58,6
18,5
3,1
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Las diferencias también se dan por grupos étnicos. Los indígenas y afroamericanos corren con desventaja, por ejemplo, a la hora de sus ingresos. Veamos la comparación entre el dinero que perciben los blancos y mestizos frente a los pueblos originarios en el ámbito urbano en diversos países latinoamericanos.
País
Brecha de ingresos blancos y mestizos/indígenas
Guatemala
2,33
Colombia
2,09
Chile
1,79
Bolivia
1,51
Perú
1,29
Nicaragua
1,28
Uruguay
1,23
Brasil
1,16

La obra de Gasparini, Cicowiez y Sosa Escudero también menciona otros aspectos en los que se manifiesta la desigualdad en los que no hay cifras tan actuales ni de tantos países, pero que no por eso son menos importantes. Un ítem es determinar qué porcentaje del PIB representa el conjunto de los salarios, de modo de determinar con cuánta tajada de la riqueza se quedan los empleados. También es interesante analizar la inequidad en cuanto al acceso a la vivienda propia o una de materiales precarios. La desigualdad en las conexiones a Internet o a la telefonía móvil es otro aspecto por considerar. Un asunto de suma importancia es la diferente proporción en que cada clase social sufre la inseguridad frente a la delincuencia y la violencia. En los medios de comunicación suelen escucharse más las quejas o los casos de los ricos y la clase media que la de los pobres por los robos y asesinatos. La desigualdad también se manifiesta entre las regiones de un mismo país. Además está la inequidad de género y la que atañe a la posibilidad de movilidad social ascendente. Muchos temas para futuras entradas en este blog.

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